La certificación ISO 27001 es una norma internacional que establece los requisitos para un sistema de gestión de la seguridad de la información (SGSI). Un SGSI es un conjunto de políticas, procedimientos, controles y medidas que permiten proteger la información de una organización frente a amenazas internas y externas.
Sin embargo, obtener la certificación ISO 27001 no es una tarea sencilla. Requiere de un compromiso y una inversión por parte de la dirección, así como de una planificación y una ejecución adecuadas. A continuación, te presentamos una guía práctica con los pasos que debes seguir para implementar la certificación ISO 27001 en tu empresa:
El primer paso consiste en definir el alcance del SGSI, es decir, qué áreas, procesos, activos y partes interesadas se verán afectados por el sistema. El alcance debe ser coherente con la estrategia y las necesidades de la organización.
También se deben establecer los objetivos del SGSI, que son las metas que se pretenden alcanzar con el sistema. Los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART).
El segundo paso consiste en realizar un análisis de riesgos, que es el proceso de identificar, evaluar y tratar los riesgos que pueden afectar a la seguridad de la información. El análisis de riesgos se basa en tres elementos: las amenazas, las vulnerabilidades y los impactos.
Las amenazas son los factores externos o internos que pueden causar daño a la información, como hackers, virus, incendios o errores humanos. Las vulnerabilidades son las debilidades o fallos que pueden ser explotados por las amenazas, como sistemas desactualizados, contraseñas débiles o falta de formación. Los impactos son las consecuencias negativas que pueden derivarse de un incidente de seguridad, como pérdida de datos, multas o daño reputacional.
Establecer el contexto: definir el marco de referencia, los criterios y los métodos para el análisis.
El tercer paso consiste en implementar los controles del SGSI, que son las acciones o medidas que se toman para gestionar los riesgos identificados. Los controles pueden ser de tipo preventivo, correctivo o detectivo.
La norma ISO 27001 proporciona un anexo con una lista de 114 controles agrupados en 14 dominios, tales como:
No todos los controles son aplicables o necesarios para todas las organizaciones. Por ello, se debe realizar una declaración de aplicabilidad (DdA), que es un documento que justifica la inclusión o exclusión de cada control en función del análisis de riesgos.
El cuarto paso consiste en monitorizar y revisar el SGSI, que es el proceso de verificar y evaluar el funcionamiento y la eficacia del sistema. El objetivo es detectar y corregir las desviaciones, así como identificar y aprovechar las oportunidades de mejora.
Para monitorizar y revisar el SGSI se pueden utilizar diferentes herramientas, tales como:
El quinto y último paso consiste en mejorar el SGSI, que es el proceso de implementar las acciones correctivas y preventivas necesarias para eliminar las causas de las no conformidades o los problemas detectados, así como para prevenir su recurrencia o aparición.
La mejora del SGSI se basa en el ciclo PDCA (Planificar, Hacer, Comprobar, Actuar), que es una metodología que permite aplicar una mejora continua al sistema.
La certificación ISO 27001 es una forma de demostrar el compromiso de una organización con la seguridad de la información. Para obtenerla, se debe implementar un sistema de gestión de la seguridad de la información (SGSI) que cumpla con los requisitos establecidos por la norma.
En este artículo te hemos presentado una guía práctica con los pasos que debes seguir para implementar la certificación ISO 27001 en tu empresa:
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